martes, 16 de diciembre de 2008

preambulo

Preámbulo

Me aturdo cuando escribo
porque cada palabra que escribieron los grandes
me dicen que estoy hecho de violencia y metáfora
como de piedra inmortal que será arena
entre la indiferencia y la tristeza.
Cuando leo a los viejos que murieron recordando las perdidas infancias
de sus calles veo a mis compañeros dando rumbos y tumbos
mientras buscan ratificar su hombría definiendo el amor por sus amores
el odio en sus rencores el dolor por sus guerras aquí,
sobre la tierra.
Vivo en la voz de los demás doy voz a otros
sin conclusiones desaforadas por las causas perdidas del hombre inamistoso
del ruin mercader de las promesas
del trabajo agotador innecesario
de las madres estériles explicando sus úteros resecos
del militar cubierto de inútiles trofeos del hombre avaricioso
del amigo luchando con la muerte entre las sábanas

En un tono apacible reconozco
que lucho sin desmayo cuando espero sin ninguna esperanza

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