Tierra
No me importan ni el campo ni la tierra
ni los árboles ni el río ni el ocaso ni la hierba
ni el paisaje ni la noche ni los pájaros en rama
ni los hielos y el viento ni las tardes dormidas
en pesados silencios
digo en silencio como sin hombres como sin vida,
como sin sangre digo, sin voces, sin heridas.
Pero el hombre que trabaja su pedazo de tierra
el niño que juega con su poco de tierra
las ciudades que ocultan por debajo la tierra
y los hombres que fueron debajo de la tierra
cualquier tierra
confundida la tierra en muchas tierras
para que la sangre luche y muera por la tierra.
Es mentira la tierra, digo, porque la tierra es
las gastadas baldosas de la casa, el pequeño jardín la calle
el juego al que se juega, la escuela de la infancia
el libro de las letras y palabras
el café con la leche
el calor del verano
la primera injusticia el trabajo las voces que conoces
las voces que rodean conmueven y divierten
la voz que reconoces entre las miles voces de la tierra.
Digo la tierra: la charla del amigo de otro amigo de otro amigo
el trabajo diario el cansancio la risa el dolor el vivir,
digo el vivir sabiendo
que todo terminará sobre la tierra
¿qué importan los árboles los campos la noche la tormenta y el río
los pájaros los hielos el viento y el silencio
si no estás tu y tú y tú sobre la tierra?
Quedan los árboles y el río los pájaros en rama
el paisaje la noche los hielos y los vientos
digo y digo: en ese campo hubo el sueño de un hombre
donde los niños juegan ignorantes y felices sobre la tierra
sin saber de la tierra
sin pensar en la tierra
sin ensuciar la tierra
como la tierra
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