martes, 16 de diciembre de 2008

silencio

Silencio


Cuando no quede más que el silencio
una mujer sabrá que un hombre tembló su mano
cuando buscó su cuerpo
o un hombre quizás ya sin memoria,
o sólo desmemoriado, recortará la imagen
de una noche que pareció infinita, apenas un segundo
con su mano extendida hasta la piel caliente
que anhelaba
preguntando a quién sabe si ese momento era el amor
o era el olvido.
Cuando ya no quede más que el silencio
una mujer habrá –tan ajadas mejillas, tan corazón tumultuoso-
que sentirá en su vientre la pasión del fuego estancado
y el alarido que fue, apenas hoy un eco,
o un hombre habrá ¡pobre hombre! aún tembloroso
al recordar que aquellos temblores y aquel grito
fueron su vida casi toda su vida.

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